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CARTOGRAFÍA PARCIAL DE LA MENTE EN FORMA DE POEMAS
PARÁBOLAS (VIII)
Cabeza meditadora,
¡qué lejos se oye el zumbido
de la abeja libadora!
Echaste un velo de sombra
sobre el bello mundo y vas
creyendo ver, porque mides
la sombra con un compás.
Mientras la abeja fabrica,
melifica,
con jugo de campo y sol,
yo voy echando verdades
que nada son, vanidades
al fondo de mi crisol.
De la mar al percepto,
del percepto al concepto,
del concepto a la idea
—¡oh, la linda tarea!—,
de la idea a la mar,
¡Y otra vez a empezar!
ANTONIO MACHADO, poeta.
1875-1939
(Campos de Castilla) |
VISIÓN MEMORABLE
Me hallaba en una Imprenta, en el
Infierno, y vi el método por el cual se transmite el conocimiento de generación en generación.
En la primera cámara había un
Dragón-Hombre, barriendo los despojos a la boca de una
caverna; en el interior, multitud de dragones
ahondaban la caverna.
En la segunda cámara había una serpiente enredada en torno a la roca y la caverna,
y otras adornándola con plata, oro y piedras
preciosas.
En la tercera cámara, un águila de alas y
plumas de aire; y el águila hacía el interior de
la caverna infinito; y a mi alrededor, un gran
número de hombres águilas edificaban palacios sobre
las rocas enormes.
En la cuarta cámara, leones de ardientes
llamas se paseaban furiosos y fundían metales en
fluidos vivientes.
En la quinta cámara, formas sin nombre
arrojaban al espacio los metales.
Estos metales eran recibidos por hombres
en la sexta cámara y tomaban la forma de libros
y eran colocados en bibliotecas.
W I L L I A M B L A K E,
poeta inglés.
1757-1827
(El
matrimonio del cielo y el infierno)
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LA NOVIA QUE
NUNCA TUVE
La gloria, como
una nube,
desaparece si miras otra vez.
La fama va envileciendo
ese pedazo intacto que queda de ti.
Y ni siquiera el poder será
capaz de neutralizar lo que se puede encontrar
bajo una risa feliz y un sentimiento espiritual
que te aguardan para hacerte bueno hasta el final.
Las cosas que nunca tuve
son tan sencillas como irlas a buscar.
Tuve un árbol,
pero se secó,
tuve un niño y entre mis manos creció,
tuve un libro pero envejeció:
El tiempo se llevó
toda la inocencia que al nacer nos dio.
Las cosas que nunca tuve
son tan sencillas como irlas a buscar.
Por eso, cuando te miro,
ya sin ninguna duda creo adivinar
que estoy a un paso de la verdad
cuando presiento que sé lo que se puede encontrar
bajo esa risa feliz y un sentimiento espiritual
que me aguardan para hacerme bueno hasta el final.
La novia que nunca tuve,
mi primer amor que siempre soñé.
PABLO
MILANÉS, cantautor. 1943
(The
Ultimate collection)
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VOLAR ES PARA LOS
PÁJAROS
Hace tiempo era un
niño buen
cazador de nubes
y es que al cielo
subía por sumas de
escaleras
trepando por la
hierba de luz del
arco iris
o por los hilos de
sol de mis cometas.
Ahora quiero volar, sé que antes
del silencio,
antes del bien y
del mal, del cruel y
del tirano
pasaba por el mundo
sobre ángeles y
cosas
un hombre libre con
alas en las
manos.
Ahora vuelvo a
volar, tengo unas
alas blancas
con que abrazar el
aire, romper el
horizonte,
llegar hasta
ciudades lejanas como
sueños
y enseñarles a
todos que es posible
la vida.
Suben a mi ventana
gritos
alucinados,
chirridos de sirena
arañándome
entero
y gritos de «estás
loco, volar es para
pájaros».
Pero extiendo mis
alas, miro hacia el
cielo y salto.
Miro hacia el cielo
y salto.
Miro hacia el suelo
y salto,
Miro hacia el suelo
y salto
Miro hacia el suelo
y caigo.
HILARIO
CAMACHO, cantautor. 1948-2006
(De Paso,
1975. Letra de P. Guerrero)
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LOS RECUERDOS
Los recuerdos suelen
contarte mentiras.
Se amoldan al viento,
amañan la historia;
por aquí se encogen,
por allá se estiran,
se tiñen de gloria,
se bañan en lodo,
se endulzan, se amargan
a nuestro acomodo,
según nos convenga;
porque antes que nada
y a pesar de todo
hay que sobrevivir.
Recuerdos que volaron
lejos
o que los armarios encierran;
cuando está por cambiar el tiempo,
como las heridas de guerra,
vuelven a dolernos de nuevo.
Los recuerdos tienen
un perfume frágil
que les acompaña
por toda la vida
y tatuado a fuego
llevan en la frente
un día cualquiera,
un nombre corriente
con el que caminan
con paso doliente,
arriba y abajo,
húmedas aceras
canturreando siempre
la misma canción.
Y por más que tiempos felices
saquen a pasear de la mano,
los recuerdos suelen ser tristes
hijos, como son, del pasado,
de aquello que fue y ya no existe.
Pero los recuerdos
desnudos de adornos,
limpios de nostalgias,
cuando solo queda
la memoria pura,
el olor sin rostro,
el color sin nombre,
sin encarnadura,
son el esqueleto
sobre el que construimos
todo lo que somos,
aquello que fuimos
y lo que quisimos
y no pudo ser.
Después, inflexible,
el olvido
irá carcomiendo la historia;
y aquellos que nos han querido
restaurarán nuestra memoria
a su gusto y a su medida
con recuerdos
de sus vidas.
JOAN MANUEL SERRAT, cantautor. 1943
(Versos en la boca)
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YO NO SÉ MUCHAS
COSAS...
Yo
no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con
cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan de cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos
y sé todos los cuentos.
LEÓN FELIPE, poeta. 1884-1968
(Versos y blasfemias de caminante)
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