CASIMIRO JESÚS BARBADO LÓPEZ

 

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NO DISCURSO

 

No voy a leer un discurso. Estas construcciones del lenguaje suelen estar, por regla general, tejidas con palabras rimbombantes y sonoras, pero vacías y planas. Por el contrario, las mías están afiladas y llenas de contenidos, y van dirigidas al centro de las emociones, que algunos sitúan en el corazón. 

Tampoco se trata de una canción de despedida. Y no lo es aunque traspaséis  físicamente los límites de este centro (más de uno dirá que ya era hora de que se abriesen las puertas de la cárcel) y os adentréis, cargados de ilusión,  en una  nueva etapa vital, allá afuera.

Os vais, sí; pero os quedáis vagando como almas en pena por los rincones del edificio y en la memoria viva de los que permanecemos en él. Abandonáis este espacio real, de este salón de actos, de estas aulas, pero os integráis en el espacio virtual de nuestras mentes y del programa de ordenador de secretaría.

Os alejáis, pero os pedimos que volváis siempre que necesitéis ayuda al otro lado, en esa otra realidad tangible y dura que es la vida de adolescente, cuando empieza a gozar de esa autonomía personal que le permite equivocarse y acertar en el río revuelto de las decisiones. 

Y si no es un discurso, ni una despedida, ¿qué estamos haciendo aquí y ahora?  

Yo lo definiría como un conjunto de reflexiones hilvanadas con motivo de vuestra titulación; como una poligonal declaración de admiración; como un cuadrado imperfecto, en cuyos vértices se sitúan, como piedras angulares, las cuatro ideas fundamentales surgidas a la luz de  este encuentro de no-despedida: 

 

JUSTIFICACIÓN 

AGRADECIMIENTO 

FELICITACIÓN 

Y BUENOS DESEOS 

 

Vosotros, los alumnos y alumnas, y nosotros, los profesores y profesoras, configuramos un ecosistema (ya salió la clase de ecología que nos faltaba) en el que cada uno ocupa su lugar en un amplio y complejo conjunto de relaciones.

Nuestro papel en este espacio escolar ha sido el de facilitaros el acceso al conocimiento, desde las múltiples y variadas parcelas del saber, incluyendo las del saber hacer y el saber ser y estar. Para ello hemos cumplido, mejor o peor, con la función que nuestro puesto de responsabilidad nos ha reclamado y nos sigue reclamando. Y por eso os hemos exigido sacrificio y entrega, corregido conductas incorrectas, abrumado con normas, tal vez excesivas, y limitado vuestro movimiento con barreras físicas.

Vosotros y vosotras, como ocurre a estas edades, habéis desempeñado perfectamente vuestro rol de críticos con toda autoridad emanada de un adulto. Lo sabemos porque, aunque cueste creerlo, hemos sido como vosotros.

Pero en este tira y afloja, en este roce continuo, la verdad, la nuestra,  resplandece, para mostrarnos a todos que, aunque la escuela decepciona en muchos casos, nuestro trabajo no tiene otro sentido que el de ayudar al alumnado en su proceso de  construcción personal.

Así, sin darnos cuenta, termina la JUSTIFICACIÓN y comienza el AGRADECIMIENTO.  

 

Gracias por dejarnos cumplir con nuestras obligaciones.

Por enseñarnos a ser cada vez mejores profesores y profesoras.

Por vuestras aportaciones para mejorar la vida en el centro.

Por vuestras críticas, muchas veces acertadas. 

 

Y nuestra FELICITACIÓN, que no es sólo por una titulación conseguida o congelada un año más (la vida no son títulos, sino experiencias), si no por vuestro esfuerzo, sacrificio y tesón.  

Y para terminar esta geométrica declaración, dos buenos DESEOS:  

El primero, mirando hacia el pasado:

Espero que guardéis la esencia de los buenos recuerdos de vuestro paso por el IES “Miguel Crespo”;  que retengáis todo lo que es digno de retener en la memoria, borrando los momentos  más desagradables y más tensos, o, al menos, endulzándolos con el sabor de la justificación proclamada en las líneas precedentes. 

Y el segundo, con la vista puesta en el futuro:

 

Que nunca digáis, junto al camino, no puedo más, aquí me quedo.

La voluntad es el motor de la inteligencia y de la vida, y la autoestima, su combustible.

¡No  rompáis el motor! ¡No agotéis su combustible! 

 

Un abrazo de todos vuestros profesores y profesoras. Hoy amigos y amigas. 

 

Director del IES “Miguel Crespo”

26 de junio de 2000