JESÚS TEJEDERAS DORADO, SOCIO DE HONOR

Nuestro singular y pequeño universo asociativo nació de una explosión de inconformismo por la situación de las enseñanzas científicas, hace  tres años. Fue  fruto del azar, mientras rellenábamos el vacío producido por la ausencia de un ponente a una sesión trabajo en el CEP. (A veces me pregunto si seríamos lo que somos si aquella tarde no hubiésemos rellenado el tiempo y el espacio con nuestras quejas docentes).

De aquellos comienzos contestatarios nos llega su radiación de fondo, como un eco del pasado. Son las primeras intervenciones de un profesor de inglés, astrónomo de vocación, que se ofrecía de nexo entre la Agrupación Astronómica de Córdoba y el universo reivindicativo y divulgativo que acababa de nacer. Pero no os alarméis. No voy a disertar sobre el origen del cosmos. Contaré “la historia de un ser de otro mundo, de un animal de galaxia”, parafraseando al poeta  Silvio Rodríguez. Hablaré de Jesús Tejederas Dorado y de su papel en el origen y expansión de la asociación Profesorado de Córdoba por la Cultura Científica.

Como el universo en sus primeros instantes, nuestra asociación también experimentó una expansión inflacionaria, homogeneizante y súbita, aunque mucho más tardía. Fue el 23 de febrero de 2007. Permitidme que os cuente la anécdota con cierto lujo de detalles: El día 22 por la tarde, tras la inolvidable conferencia que acababa de impartir Manuel Toharia, estuvimos comentando, entre otras cosas, los problemas técnicos del correo electrónico. Jesús se ofreció a poner en marcha un grupo en internet. Y en eso quedamos. A la mañana siguiente muchos de nosotros recibiríamos el que sería el primer mensaje de los cerca de 1500 que hay almacenados en nuestros archivos hasta el día de hoy. Era éste:

Desde su constitución como colectivo en el 2005, Jesús ha participado o ha estado al frente de muchas de sus actividades: Las Ciencias en la Calle en el año 2006 y los Paseos por la Ciencia de  2007 y 2008, observaciones del cielo nocturno en Cardeña, visitas al museo Principa  y al Aula del Mar en Málaga, casi todas tertulias y conferencias, algunas entrevistas para  la televisión, etc. Siempre fotografiando y colgando instantáneas en la red para inmortalizar cada evento. O indicando, con su puntero láser, las metas y desafíos a perseguir, como estrellas en el firmamento. O ayudándonos a analizar los problemas con su potente telescopio mental.

            Pero siendo toda esta actividad en sí misma un derroche de ilusión, energía y trabajo, creo que Jesús representa algo más en la asociación. Forma parte de su esencia, como los quarks dentro de la estructura atómica, aprovechando la estela cosmológica de esta semblanza, que como veis, va de lo  infinitamente grande a lo infinitamente pequeño.

          Hoy sabemos que hay varios tipos de quarks, con nombres más extravagantes aún que el de la propia partícula: Arriba, abajo, extraño, encantado, fondo y cima. Jesús es cualquiera de ellos y todos a la vez.

Es profesor de inglés y amante de la Astronomía, simbolizando en su persona el saber del Renacimiento: El maridaje de las Ciencias y las Letras. Una integración que defendemos como colectivo, pero que no deja de ser algo extraño en nuestro días.

Su mayor afición está arriba, en la cima,  en el firmamento. Nos trae el brillo de las estrellas y la tenue neblina de las galaxias desde la bóveda del cielo nocturno y nos la sirve en bandeja, en sentido figurado y literal (¡qué rica estaba la empanadilla que comimos aquella noche en Cardeña!).

Es a la vez crítico con la situación actual de las enseñanzas científicas y ha impulsado medidas para mejorarlas desde abajo, desde el fondo del sistema educativo, como docente comprometido con la educación y la Ciencia.

Es también un gran divulgador del conocimiento científico y lo transmite con entusiasmo a cuantos le rodean, consciente de que nuestro mensaje debe estar cargado de emoción y que solo así es posible interiorizarlo. De ahí viene el encanto con el que seduce a los que hemos tenido la suerte de escuchar sus historias sobre el cosmos, un poco más cercano desde que él nos las cuenta.

            Desde el pequeño estallido de nuestra asociación, su “little-bang”, nuestro socio de honor está insuflando materia y energía  a nuestro sueño, que no es otro que el de “restar ignorantes a la incultura  y sumarlos al tren del progreso y de la libertad”, como nos proponía Manuel Toharia aquella tarde de febrero.

            Muchas gracias Jesús. Muchas gracias, compañeros/as y amigos/as por arropar con vuestra presencia este emotivo acto.

Córdoba, a 16 de mayo de 2008.