En relación con las enseñanzas científicas, planean sobre nuestro sistema educativo una serie de problemas que ni el MEC ni la Consejería de Educación han decidido abordar en las últimas reformas derivadas de la LOE: un elevado número de alumnos por aula, lo que impide la realización de prácticas de laboratorio; escasez de horario, siendo España uno de los países de la UE que menos tiempo le dedica a estas disciplinas; ausencia de laboratorios en Primaria y casi nula utilización de los de Secundaria; su absurda optatividad en 4º de la ESO y unos Bachilleratos de Ciencias e Ingeniería que no garantizan una sólida formación científica, obligando a la Universidad a impartir cursos «cero». Algunos de estos problemas explican los malos resultados de nuestros escolares en las pruebas PISA 2000 y 2003 y, algo muy preocupante, el bajo número de vocaciones científicas.
Impulsados por la necesidad de cambiar esta situación, surge, en el año 2005, el colectivo Profesorado de Córdoba por la Cultura Científica. Hoy convertido en asociación, aglutina a varias decenas de profesores/as de todos los niveles educativos, en defensa de la Cultura Científica entendida como herramienta fundamental para la formación de ciudadanos más libres, críticos, responsables y participativos, comprometidos con los problemas de nuestra sociedad.
Durante este año han centrado sus esfuerzos en la divulgación de la Ciencia mediante programas en la Televisión Municipal y un ciclo de conferencias impartido en el CEP Luisa Revuelta, con ponentes como Bernat Soria y Manuel Toharia. También han llevado a cabo una campaña de recogida de firmas para reivindicar la mejora de las áreas científicas en Andalucía. Pero su actividad estrella, denominada Paseo por la Ciencia, se desarrollará el próximo 14 de abril en el bulevar Gran Capitán, bajo estos lemas: «Hacemos en la calle lo que no podemos hacer en nuestros centros» y la «Ciencia es Cultura». Se trata de una jornada lúdica en la que el público podrá realizar casi un centenar de experimentos y comprobar que el conocimiento científico es, además de divertido, útil para nuestras vidas.