CONTRAPORTADA
Casimiro Barbado González
nació en 1916, en Santa Cruz del Valle, una pequeña y bella
localidad abulense, enclavada en las estribaciones de la majestuosa
Sierra de Gredos.
Allí creció en
el seno de un hogar muy humilde,
amando intensa y apasionadamente a
su familia
y
aceptando con resignación, alegre y
esperanzada su pobreza.
Antes de la guerra civil estudió
Magisterio y participó en esta contienda como Miliciano de la
Cultura en el bando perdedor.
Tras pasar tres años en la prisión de Ávila, comenzó una nueva etapa
vital, que él mismo definiría como un periodo de sufrimiento,
desorientación y lucha, sin pasado
académico, pues éste le había sido anulado
por el régimen del general Franco.
Estudió Bachillerato y Pedagogía en la Facultad Filosofía y Letras
de Madrid, diplomándose, paralelamente, en Francés. Posteriormente,
ingresó mediante oposición en el Magisterio Oficial, ejerciendo como
maestro y, más tarde, como profesor de la Escuela de Magisterio de
la Iglesia en Sigüenza (Guadalajara), hasta que, en 1960, tras
aprobar las oposiciones como Inspector de Enseñanza Primaria, tomó
posesión de su destino en la zona comarcal de Cabeza del Buey, hasta
su jubilación en 1985.
Entró en la escena política, su vocación tardía, con la restauración
de la democracia, ejerciendo como alcalde de Cabeza del Buey, su
pueblo adoptivo, y como Senador por la provincia de Badajoz.
Desde 1985 reside en su pueblo natal, donde se dedica a pasear y a
escribir, junto con el gran amor de su vida: su esposa, Inés López
Silva.
Fruto de su
afición literaria son varias publicaciones: una serie de tres
cuentos, editados por Paidós en los años 50 y dos libros: uno de
carácter socio-pedagógico, “Por
los pueblos de la Siberia y Serena extremeñas. Recuerdos”
(Diputación de Badajoz, 1986) y
el segundo, con pinceladas lírico-autobiográficas, titulado
“Poesía escondida y desperdigada”
(Contracento, 1998).
Además de estas dos obras, destacan sus colaboraciones en diarios de
Extremadura y de Ávila y en la Revista de las Fiestas y Feria de
Cabeza del Buey, durante más de treinta años.
Con
“Chiflados, Majaretas y Bobalicones. Cuentos de humor y
de ternura”,
despliega de nuevo sus vivencias personales, salpicando con ellas
las cinco historias inventadas que configuran este libro.
Paralelamente, nos revela su faceta didáctica, utilizando un
lenguaje sencillo, apto para los lectores de menor edad, con
acertadas descripciones de lugares y personajes puros de espíritu,
extraídos de un mundo rural que ya no existe, con expresiones casi
en desuso, que nos evocan otros tiempos y otras lecturas.
Y completando
cada uno de los relatos, pone en escena una especie de detective
privado, el
Fidedigno Investigador Satírico (FIS),
que, tras entrevistar a
personajes principales y secundarios, interpreta los hechos con
entera libertad y rebeldía.
A la misión descriptiva de los personajes, lugares y situaciones
contribuye Francisco Barbado López, ilustrando con gran acierto cada
uno de estos cuentos.
Os invitamos a leerlos en clave de humor y de ternura, y, de paso,
a viajar en el tiempo por una España rural extinta, conociendo o,
tal vez, recordando, unos personajes sencillos y transparentes, que
muchos de nosotros aún conservamos en el corazón.
Casimiro Jesús
Barbado López
Mayo 2004